Los mariscos frescos son una delicia culinaria, pero su almacenamiento adecuado es esencial para preservar su frescura y sabor. Comprar marisco en Sevilla es habitual en estas fechas, pero en muchas ocasiones necesitamos guardarlo para días posteriores. Los profesionales de Mariscos del Rey nos cuentan algunos de los consejos más habituales para que puedas seguir disfrutando del producto con toda su calidad. Aquí te ofrecemos consejos útiles para almacenar diferentes tipos de mariscos en casa:
1. Refrigeración inmediata:
Después de comprar mariscos frescos, es crucial refrigerarlos lo antes posible. Guarda los mariscos en bolsas de plástico o contenedores herméticos y colócalos en la parte más fría de tu refrigerador, generalmente en la bandeja inferior.
2. Temperatura ideal:
Mantén la temperatura del refrigerador entre 1 y 4 grados Celsius para preservar la frescura de los mariscos. Evita congelarlos, a menos que se trate de mariscos frescos que quieras preservar a largo plazo. Si has hecho las compras para Navidad, no olvides congelar el marisco nada más llegar a casa para evitar que haya muchos cambios de temperatura y pueda perder sus propiedades.
3. Período de almacenamiento:
Los mariscos frescos deben consumirse dentro de uno o dos días posteriores a la compra para garantizar su calidad óptima. Si planeas almacenarlos por más tiempo, considera congelarlos adecuadamente.
4. Almacenamiento de mariscos vivos:
Algunos mariscos, como las ostras, almejas o mejillones, pueden seguir vivos cuando los compras. Almacénalos en un recipiente abierto en la parte más fría del refrigerador y cubrelos con un paño húmedo. No los mantengas completamente sellados, ya que necesitan oxígeno para sobrevivir.
5. Congelación adecuada:
Si necesitas almacenar mariscos por un período más prolongado, la congelación es una opción. Coloca los mariscos limpios y frescos en bolsas de congelación herméticas, eliminando la mayor cantidad de aire posible antes de sellarlas. Etiqueta y fecha las bolsas para un seguimiento adecuado.
6. Descongelación correcta:
Cuando decidas utilizar mariscos congelados, descongélalos lentamente en el refrigerador durante la noche o sumérgelos en agua fría durante varias horas. Evita descongelarlos a temperatura ambiente, ya que esto puede comprometer su frescura y seguridad alimentaria. Lo ideal es meter en el frigorífico los productos que queremos descongelar para que no haya un cambio brusco de temperatura y se rompa la cadena de frío.
7. Olores y sabores fuertes:
Evita almacenar mariscos junto con otros alimentos que tengan olores fuertes, ya que pueden absorber estos olores rápidamente. Guárdalos en envases separados o bolsas selladas para evitar transferencia de sabores. Lo ideal es que una vez que llegues de la compra los metas en otros recipientes que se encuentre perfectamente cerrados. Así evitarás que haya un traspaso de olores.
8. Control de calidad:
Antes de cocinarlos, verifica la frescura de los mariscos. Descarta aquellos que tengan un olor fuerte, textura viscosa o cualquier signo de descomposición. Ante cualquier duda sobre el estado del marisco, lo mejor es no consumirlo.
Siguiendo estos consejos simples, puedes prolongar la frescura de tus mariscos en casa y disfrutar de su sabor y calidad en tus comidas con confianza. Un almacenamiento adecuado es clave para aprovechar al máximo estos deliciosos manjares marinos. Visita Mariscos del Rey para poder comprar marisco en Sevilla de calidad. Estos profesionales te ayudarán a poder conservar perfectamente este fantástico producto.
