El chocolate siempre va bien solo o incluido en postres, su sabor es simplemente delicioso. De hecho, era consumido por las civilizaciones antiguas, quienes procesaban el cacao para disfrutar de sus beneficios.
Es decir, el chocolate es más que un ingrediente exótico en la cocina, también es fuente de componentes excelentes para el cuidado de la salud. Consumirlo puede ayudar a prevenir distintas enfermedades y a tratar ciertos problemas, sin duda conviene saber de qué se tratan cada uno de sus beneficios.
Un amigo de la piel
Cuidar y proteger la piel es posible con la ayuda del chocolate, este es capaz de regenerar la piel, humectarla y mantenerla suave. Todo es gracias a las catequinas y fenoles, estos también actúan como escudo protector ante los signos de la edad y la inflamación, por ello es perfecto para tratar las quemaduras generadas por la exposición al sol.
Combatiendo el envejecimiento
El chocolate tiene elementos bioactivos (ver aquí), estos tienen el poder de ofrecer protección a la piel ante la acción del sol y con ello impide que se presente el envejecimiento prematuro. El chocolate también resulta perfecto para evitar la aparición de arrugas, incluso puede optimizar el grosor de la piel, la textura y densidad.
Un remedio para el estrés
Comer chocolate amargo es una gran opción para reducir y controlar el estrés, puede generar estados de calma y tranquilidad. La razón es la serotonina que actúa, incluso actúa como antidepresivo natural, además que estimula la producción de las endorfinas.
Colesterol bajo control
El chocolate es rico en polifenoles, catequinas y flavonoides, estos son antioxidantes que ayudan a controlar el colesterol LDL o malo, a la vez reducen el colesterol HDL o bueno. También evita la inflamación, esta suele ser la causa de varias enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la presión arterial alta, los accidentes cerebrovasculares, entre otros.
Sensación de saciedad
En muchas ocasiones la necesidad de comer entre comidas es difícil de controlar, pero el chocolate puro puede ayudar en este caso, ya que genera sensación de saciedad. Gracias a que aporta un considerable porcentaje de fibra soluble, la cual beneficia al mismo tiempo el sistema digestivo.
Un cerebro más sano
La teobromina y la cafeína son componentes claves del chocolate, estos favorecen las funciones cognitivas y estimulan el sistema nervioso. El chocolate también puede ser usado para generar estados de concentración, de allí que sea ideal para personas de la tercera edad y quienes tengas discapacidad intelectual.
Corazón fuerte
El chocolate negro ayuda a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, por ejemplo, impide que se forman coágulos sanguíneos, mantienen la presión arterial en correcto estado y regulan la respuesta de los vasos sanguíneos.
En síntesis, el chocolate es un alimento que debe formar parte de la dieta frecuente, es una deliciosa forma de proteger la salud. Aunque se debe consumir de manera adecuada, cuidando las porciones y garantizando que sean productos que incluyan más de 70% de cacao, además no debe incluir leche, azúcar añadida o crema.