Con una tarjeta de crédito es posible acceder a bienes y servicios de manera rápida, con cargo directo a la misma que el tarjetahabiente podrá pagar en un lapso de tiempo a corto o mediano plazo.
Ahora, la herramienta que utilizan los bancos para asegurar que el titular de la tarjeta cancele la deuda y obtengan ganancia es mediante el pago mínimo, con desventajas para dicho titular. Por eso no pagar el mínimo de mi tarjeta de crédito siempre va a ser la mejor recomendación.
Te explicamos porqué.
Pago mínimo de una tarjeta de crédito: extensión en el tiempo y aumento de la deuda
Al usar una tarjeta de crédito, cada compra que hace el tarjetahabiente se carga y se suman los montos. Al finalizar el mes, el estado de cuenta le mostrará al titular los gastos hechos con la tarjeta, así como el pago mínimo mensual a pagar.
Frecuentemente, tal monto representa desde un 3% a un 8% de la carga total de la tarjeta, dependiendo de la entidad bancaria y a la que se le suma el interés ordinario, gestión y derecho de uso, entre otros.
Como resultado, el pago mínimo evita que al tarjetahabiente se le deshabilite su tarjeta, al mismo tiempo que cumple con los pagos hasta el momento y también evadiendo intereses de mora.
La mala noticia es que como su nombre dice, el mínimo de la tarjeta es exactamente eso; el pago más pequeño a realizar y que no debe aplicarse permanentemente.
Pero, ¿por qué no se recomienda hacer esto? Concretamente, en una tarjeta con cargos altos pagar el mínimo cada vez significaría extender la deuda en el tiempo, creciendo en monto simultáneamente. Esto sucede porque el interés del cargo total aplicaría cada mes.
A la larga, llevar a cabo la práctica de pagar el monto más pequeño requerido por el banco significaría cancelar por productos y servicios en más del doble de su valor, gracias al interés generado y con mucha más tardanza.
Alternativas y recomendaciones respecto a TDC y su pago relacionado
Si se trata de salud financiera en lo relacionado a tarjetas de crédito, se pueden hacer varias recomendaciones abordando aspectos clave.
En primer lugar, independientemente del cargo mensual que tenga la tarjeta (y más si es alto) siempre se recomienda pagar lo más posible. Un punto medio sería pagar al menos tres veces más del valor del pago mínimo, reduciendo el impacto del interés y bajando bastante el monto total.
Por supuesto, hacer el pago mínimo es válido en ciertas circunstancias como emergencias y etapas donde no hay suficiente liquidez, evitando así registró crediticios negativos. El punto es que, jamás debe convertirse en una práctica permanente y solo llevarse a cabo en ocasiones puntuales.
En segundo lugar, como personas responsables de nuestra salud financiera siempre debemos tener un nivel de gastos que se ajuste a nuestros ingresos.
Y es que, la falta de previsión en este sentido supondría caer en deudas que en muchos casos pueden salirse de control, generando interés sobre interés.
